Portero manual
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Autor: anónimo. La cuerda está nueva, por lo que debió ser sustituida por los vecinos actualmente residentes en el segundo piso del edificio, quienes respetaron el sistema tradicional para abrir la puerta a distancia. Localización: caja de escalera en el bloque número 23 de la calle Triador, Valencia. Materiales: cuerda trenzada; polea de hierro dotada de roldana metálica, tornillo y rodillo; alcayata tipo ojo de hierro galvanizado; anilla metálica; y cerradura de sobreponer con sistema antipalanca. Inteligencia: sistema que permite que, desde el rellano de la escalera correspondiente a cada piso, se pueda abrir la puerta de acceso desde la calle al bloque, a pesar de que el edificio no está equipado con portero automático. Explicación: la casa de escalerilla o escaleta es una tipología de casa de vecindad que empezó a generalizarse en el siglo XVII y se consolidó definitivamente en el XVIII, ante la acuciante necesidad de densificar la ciudad intramuros para dar cobijo al creciente número de personas que llegaron a Valencia. Es un inmueble plurifamiliar, erigido sobre un solar reducidísimo y destinado al alquiler. Las viviendas pequeñas, oscuras y deficientemente ventiladas que lo forman, suelen estar ocupados por las clases trabajadoras más humildes. Este tipo de construcción está formada por la planta baja más un número no fijo de pisos, de tal manera que el bajo se destinaba antiguamente a obrador y goza de un portón independiente, mientras que cada una de las plantas suele corresponder con una vivienda. Además de la entrada al taller, en la fachada se abre otra puerta menor tras la cual, sin zaguán ni zona intermedia, arranca una escalera empinada que asciende hasta los hogares. Antes de la llegada de la iluminación eléctrica, la escaleta estaba iluminada por un montante enrejado existente sobre la puerta de acceso, así como por una serie de ventanas que se alinean en la vertical de dicha entrada. La puerta que daba paso a la escalerilla solía contar con una anilla o con una aldaba de hierro fundido en forma de mano cerrada agarrando una bola. Antes de la existencia de los porteros automáticos, con dicho llamador se golpeaba la puerta un número de veces equivalente al piso al que se quisiera subir. Los vecinos de la vivienda oportuna, desde el descansillo de la escalera correspondiente a su planta, podían abrir la puerta de la calle tirando de una cuerda que descendía por el hueco de la escalera y que, tras pasar por una polea atornillada a la escalera y una alcayata clavada a la puerta, accionaba el pasador. Este mecanismo ya se utilizaba desde antiguo, al menos desde 1874, pues existe una referencia al mismo en el sainete La escaleta del dimoni, una obra teatral que el escritor Eduardo Escalante ambientó en una casa de escalerilla. El ingenio todavía sigue en funcionamiento en algunos bloques, hoy casi deshabitados, que todavía carecen de portero automático. Más información sobre las casas de escalerilla o escaletes en: http://aplomoyanivel.blogspot.com.es/2013/03/casas-de-escalerilla-o-escaletes.html Material gráfico: Localización:
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